para estúpidos

22.3.07

El dilema de Odín

Cuando Odín regresó a las tierras gélidas de su reino, más allá del norte, donde el frío es insoportable, tenía una terrible congoja en su corazón, un sentimiento de culpa por el daño que había causado a su venerado pueblo debido a su falta de conocimiento. Se sentó en su sillón de hielo mirando a la nada, casi desfallecido por la angustia que le apretaba el alma. Estuvo de este modo durante meses, con la mirada vacía, perdida en los siglos de su existencia, buscando alguna luz que le causara un poco de sosiego, pero se sentía realmente perdido. Sus infatigables lobos permanecieron quietos a su alrededor durante el proceso. Odín lanzó su ira prvocando un mes de tormenta sobre el reino de los hombres. Simplemente estaba cansado de utilizar su fuerza, la violencia de su espíritu. Pasaron los años, le crecieron los cabellos y una larga barba blanca que le llegaba casi hasta las rodillas. Toda la corte divina andaba revuelta por entonces, nadie conocía el dolor que oprimía al gran dios. Cuando parecía que todo estaba perdido, un cuervo entró en la sala del Rey y precipitó su vuelo hacia Odín. -No será tan terrible- El gran dios alzó su cuerpo, despidió a los feroces lobos y aconsejó a su familia que lo dejaran solo. El cuervo graznó dos veces y se posó sobre el hombro de Odín. -La solución está en ti, mi querido cuervo-. De pronto, el cuervo removiós sus alas y cubrió el rostro del gran Rey. Un grito de dolor se expandió por todo el universo con violencia y permaneció por el infinito deambulando en forma de ráfagas de viento. Finalmente, el cuervo se separó del rostro anciano desgarrándole el ojo izquierdo. Pero el dolor fue mucho más profundo al entrar la luz de la sabiduría en su espíritu porque no solo vio el pasado que ya había sufrido sino que tuvo que soportar las desgracias del mundo por siempre. Odín mandó al cuervo que enviara su propio ojo al reino de los humanos. - Que a través de él puedan conocer su destino-. El cuervo se marchó, y Odín se quedó en su trono llorando eternamente porque no le quedaba ya nada por conocer.

1 Comments:

At 8:50 p. m., Blogger Ludovica Koppel said...

Excelente. Borgiano. Hermoso. Linda literatura, Sancho, le felicito. Usted engradece este estúpido blog. Siga así.

 

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