para estúpidos

11.2.07

a la sombra de un ciprés

Tengo que dejar claro que los gatos son animales domésticos enigmáticos, independientes y misteriosos como el que más. Para nada quise proponer un sacrilegio al estilo poe, ni tampoco deseo buscarle cinco patas a los relatos de Kafka. El hecho que mi vida esté rodeada de gatos me irrita enormemente, sin embargo me tranquilizan sus maullidos nocturnos como una ópera que entra en el alma. Pero no es el caso. Yo quisiera, para que me entiendan, explicar una serie de razones que justifiquen mi ausencia en este maravilloso blog. Verán. Me han despedido del trabajo por razones que prefiero dejar apartadas ya que no son necesarias. Ya saben ustedes cómo va el mundo laboral. Te dan una de cal y mil de arena. A más, el dichoso internet parece no funcionar como debe en mi pequeña guarida, y aquí estoy,navegando a veces en un mar de IP, de wifi, que no van, que la linea desaparece, error, que si tal cosa, y más. Ahora parece que va un poquito mejor la cosa, pero déjenme explicar mi situación física. Estoy ahora mismo en el tejado de mi bloque. Arriesgado, ¿verdad? Pero no os preocupeis, en mi niñez fui un verdadero acróbata. Esta es una breve entrada, a la sombra de un ciprés, en forma de nube, que va temblando por el cielo, y me viene la idea que podría caerse encima de la gran ciudad. Mejor lo dejo y me meto en casa que no tengo ganas de tener un accidente. En cuanto arregle el asunto wifi volverán a saber de mí. Pero dejen los gatos tranquilos que no tienen culpa alguna de nuestras estupideces.

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