para estúpidos

13.2.07

La Junta directiva hace un repaso

Según la opinión generalizada de todo mi equipo editorial y bajo mis propios criterios de selección (porque aquí el que manda soy yo, y dejémonos de ostias con la democracia y esos inventos del rebaño), existe un “problema” con uno de nuestros colaboradores que necesitamos solventar de inmediato. Sí, señor Miguel Pérez Díaz, es con usted el asunto. El vicepresidente secretario le ha denunciado. Usted no para de hacer propaganda de sí mismo, atendiendo a los criterios que llamamos “referenciales”, es decir, aquéllos que atentan contra la ficción estúpida, requisito que usted aprobó en el momento de formalizar el contrato. Creemos que usted, señor Miguel Pérez Díaz, no ha entendido EN ABSOLUTO las condiciones que se especifican en dicho contrato. Vuelva a leer, hágame el favor. Y tómese esto como una amenaza, no nos vamos a andar con chiquitas.
Dicho esto, y dirigiéndonos ahora al señor Pasantero, pasamos a hacer pública sus intenciones desafiantes. Bien es cierto que nunca debimos pasar por alto su apellido, pero, Adriancito, hágame el favor de ponerse a trabajar que ya hace demasiado tiempo que se ha tomado la baja y no dude que, de continuar en sus trece, lo llevaremos a juicio. Estamos hasta el moño de usted y de su catarro, y de su abogado y la capeta médica. ¿Qué es lo que le pasa ahora? ¿Tiene tarantulismo, otitis diurna, depresión posparto? Señor Pasantero, tenga cuidado. Si sigue vacilando a mi equipo editorial con semejante descaro, y sobre todo a mí, que es lo que verdaderamente importa, lo machacaré con gusto, no le quepa ninguna duda. El vicepresidente secretario ha contratado a unos cuantos sabuesos. Si sigue pasando de escribir, señor Pasantero, métase en la cama, se lo aconsejo.

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 3.0 Unported.