Véngase al campo

Ahá, ya veo con qué seriedad se toma la vida el señorito Coco, dejando de lado ese entusiasmo por ser astronauta que lo hacía más entretenido. Y sí, porque aquí en el campo uno se la pasa mirando las estrellas y al final te vienen las ganas de irte pa allá... Yo entiendo que no es cosa de todos, pero por lo visto, señor Coco, lo de pasear perros tampoco se le da bien.
Gracias por su ofrecimiento, pero al bueno de mi Braulio le gusta corretear por el campo o quedarse a la sombra pa echarse la siesta. Y sí, usted sabe que acá hace un calor de muerte, y el sol pega que da miedo, y con unos matecitos me despavilo un poco pero mi Braulio duerme. Además, por aquí no hay nada motorizado... Quizá sea Braulio el que lo lleve de paseo a usted. Ya le digo que se ven las estrellas de lo lindo acá en el campo...
Usted verá, señor Coco, yo le ofrezco que se venga unos días a mi rancho y deje de pensar en la reencarnación y esas cosas de brujas, yo le cebo unos mates y usted se va de acá cantando chacareras. Se lo aseguro. Y pa convencerlo del todo, le voy a regalar una guitarra y un bombo pa que me acompañe. ¿O eso de la música le aburre a usted?