Tirada para estúpidos

Atendiendo a las protestas por mi falta de colaboración en este blog, después de unos cuantos días de mi contrato, comenzaré por presentarme. Soy Ludovica Koppel, la astróloga para estúpidos. Puedes hacer tu consulta dejando un comentario con tu nombre y la pregunta que no sabes responder. Con la ayuda del Tarot, un arte milenario que me conozco bien, te ayudaré a decidir tu futuro.
Sé que estarás pensando que tú no eres tan estúpido, y puede que tengas razón. Pero ya se sabe que todos tendemos a engrandecernos demasiado y no nos damos cuenta de la verdad. Habrá algún rincón de ti mismo que es tan estúpido que ni siquiera te atreves a confesarlo. Si lo piensas bien, y si estás leyendo esto, algo de estúpido tendrás. No quieras disimular. Dale rienda suelta a tu estupidez, amigo, y verás qué bien te sentirás.
Ha llegado la hora del porvenir, querido estúpido. ¿Quieres conocer el futuro de este blog? Ahí va la tirada:
El presente: La justicia: Esta carta nos habla del equilibrio. Un equilibrio que habrá que construir con prudencia.
El futuro: La emperatriz: Fertilidad, acción, creatividad. Este blog, queridos estúpidos míos, tiene buenas expectativas.
Recursos: El sol, invertida: Soledad, momentos de crisis. Si eres un estúpido soltero y solitario, estás en tu mejor momento para colaborar con nosotros.
Respuesta: La suma sacerdota, invertida: Ignorancia o pereza por llegar al conocimiento. ¡Este blog es verdaderamente estúpido!
Conclusión: El loco, invertida: Puede que caigamos en un periodo de dejadez, de vacío espiritual, de bloqueo mental y, por qué no decirlo, de locura.
Toda estupidez tiene sus riesgos, amigo. ¡Pero quién nos quita lo bailado!
Abre la boca, estúpido, y ponte en acción. Sé que te da pereza profundizar en cualquier cosa, incluso en tus estúpidas y delirantes ideas. Pero si tienes un poco de soledad acumulada y tus neuronas se entumecieron por la juerga de ayer, estás en tu mejor momento. Tu estupidez será genial. Y no me digas que no has fantaseado con la locura... Transita la estupidez, amigo, y notarás la diferencia.